-Final feliz- (Prólogo)

2 años más tarde

No podía creerme lo que en verdad estaba viviendo, me encontraba vestida de blanco y con la atenta mirada de Esme, Rosalie y Nessie; Alice estaba a mi lado vestida también de blanco, nos casábamos el mismo día en la misma boda, una unión inolvidable para amistad que superara fronteras, los pequeños Victoria y james entraron corriendo y abrazando a su madre, Alice sonreía al ver a sus pequeños mellizos ya tan mayores.
-Mami, mami, eztaz muy guapa-dijo Victoria sonriéndola
-Ez vedad, mami, eztaz hedmosa-dijo James.
-Niños salir de aquí o pondréis más nerviosa a mami-dijo Esme sonriendo.
-Tía Bella, tu también eztaz hedmoza-dijo James antes de salir de la habitación.
Nos miramos todas y comenzamos a sonreír, mis nervios parecían aflojar aunque la verdad, solo era un engaño, ya que no solo era el día de mi boda, sino que ese día mi familia y mi futuro marido se enteraría de que iba a ser padre, junto a mí.
Llego la hora de salir camino a la iglesia, Alice salió en un coche con Carlisle y yo con Charlie en otro, entramos una tras otra en la iglesia, primero ella y luego yo, donde nuestros amados nos esperaban con impaciencia y felicidad.
La boda fue hermosa, demasiado, como nunca antes había visto ni siquiera en el cine, mi madre vino a mi mente, sabiendo que donde estuviese sonreiría hoy por mí y velaría toda la vida por mi felicidad.

-Capitulo 26-Reencuentros-

Tras consolar a mi padre subí a mi cuarto, donde no deje de pensar en todo lo que había pasado en estos meses, en como mi vida había dado ese giro radical que estaba viviendo ahora mismo, apenas me lo creía todavía.

-1 mes después-

Sabia de Jake gracias a que Nessie quedaba con él y me contaba, sabía que todavía me guardaba rencor, pero que ya el amor que alguna vez existió había desaparecido para dejarle ese hueco al amor de Nessie, la que cada día se veía más guapa y radiante por esa relación si así podíamos llamarlo, ya que ninguno la había hecho público; Edward seguía sin estar conforme de que su hermana estuviera con él, pero aun así no se lo prohibía porque sabía que era su felicidad. Mi padre poco a poco iba aceptando en la familia a Edward, aunque a Nessie la tenía demasiado consentida, decía que era como su segunda hija, eso me hacía gracia, la verdad, nunca pensé en como seria tener una hermana, aunque lo sentía por mi amistad con Alice, la cual estaba embarazada de un mes y medio y feliz de poder tener a Jasper junto a ella, aunque Carlisle y Esme no lo habían aceptado demasiado bien, digamos, pero aun así no se oponían al embarazo.
Alice dio una fiesta en su casa, donde nos hizo pública la noticia y su futura boda con Jasper, ya que querían darle un hogar estable al bebe, cosa que parecía muy razonable la verdad, allí me cruce con él, Jake, al principio ni siquiera me dirigía la miraba, hasta que casi a la mitad de la velada, se acerco a mi mirándome.
-Bella, yo… estado pensándolo mucho-dijo sin dejar de mirarme- es una estupidez perder esta gran amistad por un sentimiento que ya no existe para ninguno de los dos-dijo sonriendo levemente- te deseo la mayor felicidad con Edward, de verdad.
-Jake no sabes cuánto tiempo llevo esperando escuchar esto- dije abrazándole- yo también te deseo la mayor felicidad con Nessie y te pido que la cuides, no se merece sufrir.
-Nunca sufrirá, no mientras su felicidad este en mis manos- dijo siguiéndome el abrazo y sonreímos ambos separándonos, sin darnos cuenta de que todos en la fiesta nos estaban mirando, sonriéndonos.
Todos volvieron a sus cosas y vi como Jake y Nessie bailaban, agarrados y totalmente enamorados, una sonrisa se ilumino en mi cara, sabiendo que en verdad, todo lo ocurrido al final había tenido un final feliz y muy merecido entre nosotros.

-Capitulo 25-Palabras-

Me separe de Edward para acercarme a Nessie, la cual me abrazo sin parar su llanto, me sentía tan culpable de él….
-Nessie, no llores por favor-dije sin dejar de abrazarla-me siento tan culpable de tu llanto que no se qué hacer, se que quieres a Jake y se que él también siente algo por ti, sino no habrías congeniado también, pero le tendrás que dar algo de tiempo-dije mirándola a los ojos- ahora está muy resentido conmigo y sabe que tu eres mi amiga.
-¿Mi hermana enamorada del imbécil ese?-dijo Edward mirándonos con cara de enfado-no puede ser, debéis estar bromeando, primero mi novia y ahora mi hermana.
-Edward, tranquilízate, por favor, nadie decide de quien enamorarse, míranos a nosotros, todo fue en un viaje en donde nos conocimos y ahora tenemos una preciosa historia de amor juntos-dije acercándome a él-no creo que tu hermana necesite ahora una reprimenda, sino apoyo.
-De acuerdo, intentare comprenderlo y apoyarla, pero es que… ese…. Dios-dijo entrecortadamente acercándose a su hermana y abrazándola.
-Creo que lo mejor será que os deje solos y lo habléis con calma-dije saliendo del salón y marchándome hacia mí casa.
El camino se me iba haciendo eterno, sabía que no podía intervenir, ya que Jake no quería saber nada de mí, me odiaba y en su parte era comprensible. Llegue a casa donde Charlie ya se encontraba y parecía estarme esperando.
-Bella, ¿podemos hablar por favor?-dijo mi padre mirándome.
-Claro, dime-dije algo desconcertada, mi padre no era mucho de hablar y últimamente lo hacía a menudo.
-Se la pelea con Jake y lo que te dijo, me lo dijo Carlisle, lo siento, pensé que quitándote el castigo podrías aprovechar para hacer las paces con él, y sé que lo intentaste y que él no ha querido-dijo mirándome- espero que alguna vez eso se arregle y podáis mantener una bonita amistad.
-Papa, yo también espero eso, por eso acepte el tiempo que él me pidió, entiendo que este dolido, mi vida ha sido un caos estos meses de atrás, todo comenzó con aquella marcha a Phoenix.
-De la que yo soy culpable Bella, siempre he querido mucho a tu madre y también a ti, pero el trabajo empezó a distanciarme, hasta que la convivencia se hizo insoportable- dijo mi padre derramando lagrimas- siento ser el causante de tanto daño en tu vida, mi niña.
-Papa, son cosas que debo pasar, son cosas que me han hecho más fuerte y que me han servido para seguir luchando-dije abrazándole, intentando consolar su llanto.

-Capitulo 24-Sinceridad-

Al rato de irse Jake, me levante del banco secando mis lagrimas y marchándome a casa, la verdad que necesitaba estar sola y si Edward me veía en esas condiciones, preguntaría y no quería hablar de ello; entre en casa, salude a Charlie y me subí a mi cuarto donde me volví a derrumbar, acababa de perder a mi mejor amigo, una parte de mi me decía que me lo merecía por haber jugado con él, pero la otra se resistía a comprenderlo, mis lagrimas salían sin consuelo, sin aliento, a media noche me desperté con la ropa puesta y con las mejillas algo humedecidas aun; me levante poniéndome el pijama y metiéndome a la cama, donde ya no dormí mas, no deje de pensar en Jake, en lo mucho que lo echaría de menos, en la falta que me haría a mi lado.
Por fin vi los primeros rayos de sol entrar por mi ventana, la noche se me había echa eterna e infernal, sabía que algún día tendría que contarle a Edward lo ocurrido y también a Nessie, a mi pequeña amiga Nessie, la cual estaba enamorada de Jake; me di una ducha fría, para despejarme, me vestí y salí a casa de Edward, sería mejor contarle de una vez lo ocurrido y así poder evitar malentendidos de algún tipo.
Llame al telefonillo donde me lo cogió Nessie, al escuchar que era yo me abrió al instante, subí las escaleras tranquila y al llegar al rellano de la casa de Edward, Nessie se abalanzo a mí abrazándome y sonriendo.
-Bella, te echado de menos, pensé que te habías olvidado de mi-dijo con su increíble sonrisa de niña inocente.
-Nunca abandono a mis amigas, pero estuve castigada y ayer no fue un gran dia- dije mirándola con tristeza- pero prefiero hablar de ello con tu hermano y contigo a la vez, creo que es lo más acertado.
-Claro, Bella, entra- dijo separándose de mí y dejando entrar en su casa.
Al entrar, me dirigí al salón donde estaba Edward sentando en el sofá y al verme entrar salto de él, para venir a mí y darme un dulce beso en los labios, yo le correspondí, aunque estaba seria y él lo noto, hice un gesto con la cabeza indicándoles que se sentaran y me escucharan.
-He venido, porque no puedo ocultaros nada, sois muy importantes para mi-dije mirando al suelo- ayer cuando me retiraron el castigo decidí llamar a Jake y comunicarle mi decisión, quedarme contigo, Edward-seguí mirando al suelo con miedo de la reacción- pensé que con el tiempo algo se le habría pasado y se lo tomaría algo mejor, pero fue él el que me acabo pidiendo tiempo para perdonarme y poder ser amigos-mire hacia arriba con calma- se que a lo mejor no es importante pero para mí sí, me afectado mucho su decisión y quería que lo supieseis; Nessie tu porque le quieres y tu Edward porque os habéis visto como rivales desde hace mucho tiempo.
-Bella-dijo Edward levantándose del sofá- es un detalle increíble que hayas venido a contárnoslo, pero tampoco estabas obligada- dijo abrazándome- sé que esto te hace daño e intentare comprenderlo, pero Jake y yo nunca nos veremos cómo nada mas, solo como rivales-siguió abrazándome, mientras yo miraba las pequeñas lagrimas que salían de los ojos color chocolate de Nessie, sabiendo que sufría por amor.

-Capitulo 23-Momento mágico y miles de sonrisas-

Nos quedamos en mi cama abrazados, nos quedamos dormidos y el ruido de la puerta, indicándonos que Charlie se había ido al trabajo, nos despertó de sobresalto; Edward puso cara de pánico como si nos hubiesen pillado y yo sonreí tranquila abrazándole; comencé a besarle delicadamente los labios y luego pase a su cuello, donde él me pego totalmente a él, nuestras manos jugaban en el cuerpo del otro y nuestros labios estaban pegados, haciéndoles posibles a nuestras lenguas entrelazarse; comenzamos a desvestirnos, era un momento único, había extrañado tanto el cuerpo de Edward que había perdido totalmente el control sobre mí misma, nuestros cuerpos se movían en un compas único y maravilloso, llegando los dos al clímax, quedándonos abrazados en mi cama sonriendo.
Pasaron algunas horas y Edward se vistió y se fue de mi casa, no queríamos que Charlie nos pillara y montara un numero, al irse Edward yo me metí en la ducha con una gran sonrisa, pensando en lo que había ocurrido en mi cama junto a Edward, salí de la ducha y me vestí y peine el pelo tranquilamente; al llegar la hora de comer Charlie volvió a casa, algo extraño la verdad, normalmente comía en la comisaria, termine de hacer la comida y estábamos comiendo y Charlie no hacía más que mirarme como si tuviese algo que decirme.
-Papa, me miras mucho la verdad, ¿tienes algo que decirme?-dije con una sonrisa.
-La verdad que si Bella, se que eres una chica demasiado responsable para tu edad y me lo has demostrado siempre, por lo que se voy a retirar el castigo, pero por favor, no vuelvas a darme otro susto así-dijo mi padre mirándome.
-Claro papa, lo siento mucho de verdad, no pretendía asustarte- me levante de la silla y le abrace sonriendo- eres genial y lo sabes, ¿verdad?
-Bella, ya no me hagas la pelota que no estás castigada-dijo sonriendo.
-te lo digo enserio no por peloteo-dije sin dejar de abrazarle.
Terminamos de comer, y él me ayudo a quitar la mesa y se volvió a ir al trabajo, yo sabía lo que tenía que hacer, tenía que llamar a Jake y hablar con él, no podía dejarlo más tiempo, no quería que sufriera, era mi amigo, o por lo menos lo había sido y uno muy importante. Le llame a casa y Esme muy amablemente me le paso.
-Jake, ¿podríamos quedar en 10 minutos en el parque? Me gustaría hablar contigo, es importante-dije con algo de temor, pero él acepto y salí hacia el parque.
Al llegar a él, Jake ya me estaba esperando en un banco sentado, se levanto abrazándome con una sonrisa.
-Bella, cuanto te echado de menos-dijo sinceramente y mi mundo se hundió.
-Jake, necesito que me escuches bien y espero que después de todo, podamos ser amigos-dije mirándole.
-Entonces, ya me imagino de que hemos venido hablar, al final te quedaste con él-dijo dolido-Bella no lo entiendo, él te engaño, te traiciono, se marcho y aun así le perdonas y yo que lo único que echo es apoyarte me das la patada, no lo entiendo-dijo comenzando a llorar.
-Jake, lo siento, pero ya te dije que le amaba y no puedo vivir sin él, por favor entiéndelo y perdóname-dije intentando abrazarle, pero él se alejo- tu eres mi amigo, mi mejor amigo, me has ayudado en mis peores momentos, siempre has estado ahí, pero no te amo-dije notando como mis ojos se humedecían.
-Bella, Ahora el que necesita tiempo, para pensar si puedo perdonarte, soy yo-dijo levantándose del banco- espero que lo entiendas y sea cual sea mi decisión, nunca olvides que te quiero- después de eso dio media vuelta marchándose del parque y dejándome allí sola, llorando, totalmente desolada.

-Capitulo 22-El castigo-

Me di cuenta de que Edward se había quedado dormido, por lo que decidí que era un buen momento para irme a casa y darme una ducha y hablar con mi padre, el cual estaría histérico por haber salido tan de noche de casa y sin despertarle para decírselo, todavía no podía creerme lo que en verdad había pasado, Edward y yo volvíamos a estar juntos, por fin y después de todo, ahora solo me quedaba enfrentarme a Jake el cual temía demasiado, sabía que la noticia no le caería nada bien, ya vería como decírselo.
Llegue a casa donde mi padre me estaba esperando en la cocina, con una cara de enfado que me asusto bastante.
-Bella, ¿puedes imaginarte el susto que me he llevado al levantarme y ver que no estabas?-dijo mi padre enfadado-tu nota no la vi hasta el último momento, iba a salir a buscarte por el pueblo.
-Papa, lo siento, de verdad, salí tan de noche porque me urgía ver a Edward-dije mirándole con tristeza.
-Ese chico nunca te llevo por buen camino y nuca lo hará-dijo mi padre más relajado- lo siento Bella, pero estas castigada, pero me diste un susto muy grande.
-papa, ¿castigada? Que tengo ya 18 años-dije enfadada.
-No lo demuestras con tus actos, además con Jake nunca hiciste estas locuras, pero por este Edward, haces miles- dijo mi padre mirándome- lo siento tienes 18 pero vives conmigo, son las normas.
-Dios, papa tu no lo entiendes-me di la vuelta subiendo a mi cuarto enfadada y cogí mi móvil, escribiendo un mensaje a Edward para contárselo, no podría verle, después de lo que paso la noche anterior.
Edward no me contesto y eso hizo que me decayera más de lo que estaba, la verdad que sabía que no se lo tomaría nada bien, pero yo no podía hacer más, si me escapaba el enfado de mi padre podría ser temible; cerca de las doce de la madrugada note como algo golpeaba mi ventana, me levante de la cama asomándome y vi a Edward, el cual me sonreía, abrí la ventana y vi como comenzaba a trepar, a mi solo hacía que asustarme por si se caía poder hacerse daño, pero llego sin ningún rasguño a mi cuarto, donde nada más entrar me dio un cálido beso, haciéndome olvidar de todo lo que estaba sucediendo.

-Capitulo 21-La Reconciliación-

Edward, solo hacía que pensar en él, en lo mal que le vi, con esas enormes ojeras y esa cara de tristeza; todo esto había sucedido por un beso, por un estúpido beso y por no querer escuchar todo en su momento, por no creer la verdad; sabía que era bastante tarde pero no podía dejarlo pasar, no quería perder más tiempo, me puse un chándal y unas deportivas, deje una nota a Charlie para que no se preocupara y salí camino a la casa de Edward, necesitaba verle. Llame al timbre esperando que Nessie nos e despertara y me lo cogiese Edward, al oír su voz mi esperanza volvió a renacer.
-Edward, siento las horas pero necesito hablar contigo, es importante-dije a través del telefonillo, oí el pitido indicándome que me había abierto la puerta y subí hacia su casa, algo perdida sin saber en verdad donde era, vi una puerta abierta y entre.
-¿Edward?-dije temerosa
-Sí, pasa-dijo Edward desde el salón, pensé
Entre con paso cauteloso y le vi allí, en pijama y sentado en el sofá, mirándome con sorpresa, sin comprender en verdad que hacia allí.
-Edward, necesitaba verte, hablar contigo, Rose me explico todo y se disculpo, no aguanto más esta agonía de saber que te amo, y no poder decírtelo ni demostrártelo, se que pedí tiempo y posiblemente se hayas cansado de esperar pero necesitaba decírtelo para que lo supieras-dije sin tomar aliento y mirándole.
-Bella, no sabes cuánto tiempo llevo esperando a oírte decir eso, a saber que en verdad sigues amándome como yo a ti-dijo levantándose y acercándose a mi-te necesito tanto a mi lado en estos momentos, que creí volverme loco por la distancia, pero por fin estas aquí-fue lo último que dijo antes de besarme como nunca antes lo había hecho, ese beso me estaba devolviendo la vida, la esperanza, la ilusión y la fe en el amor.
Seguimos allí besándonos hasta que un ruido nos separo, Nessie nos miraba desde la puerta con una sonrisa y yo me sentí mal por haberla despertado.
-Nessie, siento las horas, no pretendía despertarte a ti también-dije con voz débil.
-Si el despertarme a hecho que tú y mi hermano estéis juntos de nuevo, me da lo mismo, es una alegría saber que te tengo como amiga y como cuñada-dijo sonriendo y acercándose a mí, dándome un caluroso abrazo.
-Gracias por entenderlo Nessie, de verdad esto es muy importante para mí, amo a tu hermano-dije sinceramente y le mire sonriendo.
Nessie volvió a la cama y Edward y yo nos quedamos abrazados en su sofá, hasta que vimos como los primeros rayos de sol, entraban en su salón, contemplando nuestro amor.